" Siempre supe que pintar sería el camino más directo a la sensualidad, y cuando la vi entrar, no pude evitar el pedirle que me dejara desnudarla y acomodarla frente a mi lienzo. Entonces, abrí sus piernas hasta sentir el calor que salía de ellas... luego lamiendo esos pedazos de piel logré rescatar el brillo hinchando en besos sus labios vaginales y dejando escapar todo ese néctar que me encantaba probar. Al caer la luz sobre su sexo decidí empezar la pintura... pero sus dedos ya tapaban el brillo que nacía de adentro, me fue imposible pintar, y antes que sus dedos lo derramaran todo, decidí que yo debía terminar la pintura que habían empezado sus dedos... " Don Juan De Marco... ( Travieso)