La Corrida.

Nos sentamos en una mesa no muy alejada de la de ustedes, yo frente a ti. Nuestras miradas se cruzan repetidamente con ardor. Estoy deseando follarte y supongo que tú también a mí. En un momento te levantas y te diriges al baño. Voy tras de ti. Te cojo de la mano y te meto en una cabina. Te empujo contra la pared y te beso locamente. Correspondes a mis besos . Mi mano se aventura bajo tu falda, toco tu ropa interior totalmente mojada y la arranco a girones. Has sacado mi sexo del pantalón, enhiesta y te embisto contra la pared. Entro sin resistencia en el tuyo, húmeda, mojada. Me encanta como la aprisionas con las paredes de tu sexo. Entro en ti hasta arrancarte el placer que se escapa por tu boca a gemidos. -Quiero que te corras dentro de mí – susurras al oído. Juan De Marco