Eterno Presidio..

"...Mi rostro atrapado entre sus piernas se ahogaba mientras el sudor de su piel se adherìa a mis labios, temblaba. Retorcida entre las sabanas, suplicaba, lloraba de deseos satisfechos entre quemantes labios sexuales donde el manantial florecía. El trueno del cuerpo ardiente mojaba las sabanas, en las que atadas sus caderas, luchaba insesante para liberarse del presidio eterno y golozo, moría, desaparecìa para volverse invisible a mis ojos. Lejos sus gritos se escuchaban, ella se evaporaba en deseo, se disolvìa entre gemidos, pero no dejaba de pedir que mis manos la sometieran..." Don Juan De Marco