Néctares

He entrado ya en mi jardín. Tu suave piel envuelve el más bello y fogoso manantial de jugosas aguas tranquilas. Las escondes entre tus sedosos labios, aterciopelados y deliciosos muslos, entre flores y azahares , presentados en una hermosa piel, en un delicado y preciado cuerpo desnudo. Te siento exuberante a mi mirada trémula e inquieta. , llena de aromas y sabores, dulces licorados, llenos de ambrosía y ser. En este jardín recojo, mirra y bálsamo; me sacio del panal y de su miel ; allí me embriago de licor y leche; Flujo claro, suave y cremoso, y de fragancia ligera. Así que cuando los complejos te impidan disfrutar del buen sexo, piensa en el vino; Yo seré el envase que recogerá tu vino para saciarse de él. El vino siempre es bueno. Cómo y bebo amigo, me embriago del amor que exhuma entre sus piernas. Seguiré oliendo a ella. Y tu mi amiga, no debes olvidar que esa es la razón por la cual estoy entre tus piernas, porque eres tú la que endulza mi boca, la que despierta mi nariz, tu