Entradas

Mostrando entradas de septiembre 21, 2015

A la distancia... al norte.

Imagen
Sin rozar el cuerpo de Carolina simuló por encima del cuerpo una extensa y larga caricia que iba desde la nuca hasta los dedos de los pies, para volver y detenerse justo en el monte de venus adornado de vellos colorines entintados a pincel.  Rodrigo, un experto en estas artes,   la hizo estremecer apartando de su cuerpo la poca ropa que aún le quedaba puesta, dejando su larga melena roja expuesta a las inclemencias de la espalda, y unos senos cubiertos por lana, los que emergían temblando entre los dedos de la mujer de fuego. Permitió que ella se levantara despacio con los labios entre abiertos, aún sus senos expuestos y la mirada que en ningún momento la quitó del cuerpo. Sus manos descendieron hasta el vello de su acalorado objetivo con un gesto aparente y lascivo, y hundió sus dedos entre los labios salivantes de su entrepierna.  Ella apretó la mandíbula entre dolor, el placer  y la rabia, conocedora ya de las artes febriles de esté amante traidor, que por tanto tiempo la había