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Mostrando entradas de septiembre, 2015

El tatuaje de Amapola

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ERA UNA OBSESIÓN, LA MÁS GRANDE DE MI VIDA. DESDE QUE LA VI VOLABA EN MI MENTE CON UNA LIBERTAD FUERA DE CAUSE, Y AUNQUE ERA MENUDA, SU DELICADEZA DE FORMAS ME TRANSPORTABA CADA VEZ QUE LA DIBUJABA EN MI MENTE, ERA UNA ADOLESCENTE SIN PUDORES, EXHIBÍA SU TATUAJE COMO UNA PINTURA EXPUESTA ... ENTONCES LA INFIDELIDAD EMPEZÓ A SURCAR MI CABEZA, CREANDO CONTRACCIONES INVOLUNTARIAS EN MI VIENTRE, Y MÁS ABAJO, ESTABA DISPUESTO A PAGAR POR ADMIRARLA DESNUDA PARA NO PERDER NI UN DETALLE DE TAL OBRA. EMPECE A HABLAR CON ELLA LUEGO DE SEGUIRLA POR VARIOS DÍAS, CADA VEZ QUE ESTABA CERCA DE ELLA, MIS PENSAMIENTOS ME ENVOLVÍAN AL PUNTO DE ALEJARME DE LA REALIDAD, HASTA QUE POR FIN UN DÍA LA ENFRENTE SIN PUDORES... ¿QUIERES DEJARTE HACER EL AMOR POR DINERO...?... TITUBEO, Y CONTESTANDO LO JUSTO, SÓLO ABRIÓ LOS LABIOS PARA DECIR ¿ CUÁNTO? .... Y EN ESE PRECISO INSTANTE LA LUJURIA SE APODERÓ DE TODO MI CUERPO... JAMÁS LA TOQUÉ... PERO HASTA HOY ESE TATUAJE SIGUE DANDO VUELTAS EN I CABEZA. Don J

A la distancia... al norte.

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Sin rozar el cuerpo de Carolina simuló por encima del cuerpo una extensa y larga caricia que iba desde la nuca hasta los dedos de los pies, para volver y detenerse justo en el monte de venus adornado de vellos colorines entintados a pincel.  Rodrigo, un experto en estas artes,   la hizo estremecer apartando de su cuerpo la poca ropa que aún le quedaba puesta, dejando su larga melena roja expuesta a las inclemencias de la espalda, y unos senos cubiertos por lana, los que emergían temblando entre los dedos de la mujer de fuego. Permitió que ella se levantara despacio con los labios entre abiertos, aún sus senos expuestos y la mirada que en ningún momento la quitó del cuerpo. Sus manos descendieron hasta el vello de su acalorado objetivo con un gesto aparente y lascivo, y hundió sus dedos entre los labios salivantes de su entrepierna.  Ella apretó la mandíbula entre dolor, el placer  y la rabia, conocedora ya de las artes febriles de esté amante traidor, que por tanto tiempo la había