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Mostrando entradas de noviembre, 2024

El reto de Néctares Blog.

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"Soberbia, Avaricia, Lujuria, Ira, Gula, Envidia, Pereza; " Son las siete pasiones del alma que la tradición eclesiástica ha fijado como «pecados capitales». ¿Podemos imaginar el ser humano sin ellas? ¿El mundo sería mejor si estas inclinaciones no condicionaran nuestras actitudes? Desde las primeras obras de la tradición occidental hasta las más recientes, los pecados capitales han sido retratados en múltiples géneros y a través de perspectivas diversas; E n el cual tendrán cabida las ramificaciones literarias, artísticas, sociales y políticas de estas pasiones. Envíenme su texto o link en los comentarios, y tendré gusto de enlazar su blog para que sean leídos y compartamos un momento literario. Todos pueden participar en su estilo y género literario. restricciones Deben nombrarlos dentro del texto literalmente, y poner un límite de 345 palabras para que nos leamos todos y comentemos a cada uno de los relatores. Utilizar en link o enlace fotografía de las cerezas, para enla...

Los caprichos de Goya.

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Pegado a la pantalla, ni una hebra de cabello cabría entre nosotros. Emergió tan rápido, que a mis ojos se hizo imperceptible. Acercó mis dedos a los labios y ordenó : -Abre la boca -desprovista de lo humano ordenó y añadió -Chúpalo- mientras su dedo entraba en mi boca. Turbado, viéndome reflejado en sus hipnóticos ojos, no racionalicé, chupé el índice obediente en la miseria dolorosa, mientras sentía latir mi sexo...  -Beberé de ti calmando mi sed- bajó al valle de piel en el que se erigía mi acerada cabeza. Pasó la lengua llevándoselo todo a su boca. Me instó estimulando con una persistente fricción y presión.  -siempre me anhelarás, pese a que tu moral te fustigue por ello -sentenció. Sentí, que como un volcán a punto de erupción, todo se agolpaba en mi cabeza. El esperma, bullía dentro, trepando desde el interior hasta que explosó en su boca. El orgasmo me hizo apretar los párpados con fuerza desfilando ante sus ojos. Retorcí las manos, tirando de las sábanas, y gemí ronco...

Syrah.

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Syrah, encuentra su blusa desabotonada, suelta la pastilla en mi lengua y percibe cómo la niebla se cuela por debajo de la falda y empieza a operar entre sus piernas. Respira entrecortadamente, suspendiendo la respiración, como si quisiera evitar el menor ruido, ofrecer la menor resistencia a la locura.  Cuando me hablaron de caja, pensé en una mágica, llena de sensaciones y quería descubrir en cada uno de sus rincones eso, eso que la hacía una caja diferente, una que se llenaría de metáforas e historias.  Millones de dedos fríos le bajan las medias de seda, millones de ojos son testigos de la enorme lengua de niebla que sube y baja por el cuello y la nuca cuando la abro y veo en su interior, una de la sangre blanca que se agolpa en los labios, en la lividez de un deseo diferente Lo hacía con profundo erotismo, con esa sutil frontera entre la sugerencia y la obscenidad. La provocación de insinuarse frente a la exhibición de lo obsceno. La imaginación como aliciente de misterio...