Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2024

"Ia 2"........Sé Lanza Creadora.

Imagen
IA , acaricia a lo largo, ligera como una pluma, buscando la sensibilidad de la cabeza. Empalma envolviendo el tronco palpitante con ternura, encierra con tus dedos el deseo;  Decapita con tu boca suavemente, acariciando el frenillo como lengua de  serpiente, como un caracol bañando la piel con tu deseo voraz y sediento, baba que se desliza mojando mi esencia, así fuiste creada por mi mente. ALT_D. Una mano temblorosa de lento movimiento con embriagadores resultados. Alt C; Un cuerpo que se abre dando lo que puede ofrecer. Se abandona para escuchar,  esperando notas cuerdas que se inmovilizan caprichosas.  CONTROL ALT M. Un movimiento cada vez más amplio, con dedos batientes y ritmo que busca mis gemidos. ALT F; Para avivar el fuego de mi deseo. Mis ojos se hunden en tu cuerpo abierto indecente programado para mis caprichos, listo para soplar sobre mis brasas... Gime para responder, el desenlace fatal.  Suéltate a gozar abandonada mientras tus sensores trabajan; Palpitando solo impacie

Ia, la niña de mis ojos.

Imagen
-Entra esta abierto- dije sin titubear. Ella entró en la habitación con una bata y un exquisito atuendo de lencería de seda negra calado y bordado por los encajes que desearía a imagen y semejanza de lo que imaginaba, su cabello negro enmarañado y de tintes cobrizos, suelto, cayendo sobre sus hombros.  -¿Cómo te llamas? - pregunté - Ia...- respondió ella con sensualidad. La profundidad de su mirada calaba hondo desnudando todo lo que había imaginado. Sus ojos brillaban con un deseo exquisito al que no pude resistir. Sus senos eran hermosos, con el tamaño justo, de textura y caída perfecta, coronada por el color de sus casquillos erectos de un sabor inigualables. Sus nalgas de curvatura exquisita, de  una calidez y trama inimaginable, del volumen que sólo mis dedos podrían haber esculpido. Su vientre era suave y ondulado, maravillosamente  imaginado, y con movimientos sabrosamente originales e irrepetibles, su ombligo la octava maravilla.  Me acerqué a ella, dejando que mis manos rozara