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El Purgatorio de Madamme.

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"fuego genital transformado en delicia"... Así lo describiría un poeta. Ella no piensa que los propios encantos sexuales irán disminuyendo con la edad, o con el aburrimiento erótico, y que mi lujuria,  permanecerá. Me habló temprano para preguntarme a que hora tenía que venir, y le dije exactamente a las 3 de la tarde ni un minuto después. Mis indicaciones habían sido muy claras para mi madamme, tenía que presentarse con una falda vaporosa, liviana y sin bragas ni sostén. Aunque tenia los senos muy grandes para no llevarlos puesto y zapatos de taco alto. Se había levantado temprano, nerviosa y a la vez excitada por lo que iba a ocurrir aquel día… Hacia mucho frío esa tarde y su entrepierna se estaba congelando, cuando llegó,  le hice sacarse toda la ropa a pesar del frío y le tapé los ojos con una venda negra, la llevé a mi  cuarto y le até las extremidades a los pies de la cama matrimonial.  Al acercar mi mano estaba frío el palacio, húmedo,  pero no caldeado co

Carne viva....

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"Desatada de locura, dejó que la penetrara lentamente, mientras me deslizaba entre sus nalgas. Podía tocar sus gemidos y oler el perfume que liberaba su sexo... quería derramar en ella todo, quería derretirme entre sus piernas y poseer la como nunca le había poseído nadie. Sus nalgas se comprimían tras cada embestida... pero mi insistencia en entrar en carne viva era todo lo que había en mi mente.. empuje con tanta fuerza que sus carnes se rindieron y finalmente me enterré en ella hasta topar el fondo virgen que había en ella...toda ella, todo yo... había quebrado sus caderas llenándola de gozo ..era lo que ella deseaba y yo estaba ahí para complacerla... toda su esencia había sido mía, nada le iba a ser olvidar ese instante en que entregó todo su cuerpo ... se derramo por dentro dejando escapar aullidos de placer hasta que el sol cubrió el cielo, mientras la luna satisfecha se perdía en el horizonte...." Juan De Marco.

Reina de copas

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Tantos surcos humedecidos por la avidez de mi boca, por el constante jugueteo de mi lengua entre tus carnes. Tantos gemidos sordos y sin palabras. Mudo entre tus carnes, esperando el momento por entrar más adentro, por resbalar entre tus murallas sedosas cubiertas de dulces matices y diferentes sabores ... Jadeos que retuercen el alma del que mira hambriento entre tus piernas, esperando el momento de la pequeña muerte, que te hará divagar entre el tiempo, estrellas y chasquidos.  Ahí en la oscuridad de tus parpados cerrados, entre secos labios esperando ser humedecidos por fluídos estelares que caen en fuego, como laba expulsada por mi sexo, como magma salada estrellandose con tu rostro espectante, bañandolo todo, mojando tu alma.  Bebe y no preguntes, sólo vivelo y recoge los sabores que te arrojo y provocan. No dejes que se pierda entre cortinas, abre los ojos y espera espectante los resultados de lo que provocaste.  Reina de copas,  deja tu boca abierta y espera, que no ta

ENTRESENOS.

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DE ESE SENO LIBERADO DEBERÍAN DE BEBER MIL BOCAS Y GASTARSE MIL LABIOS. DE ESE SENO DEBERÍAMOS ENCONTRAR LA LLAVE DEL SABOR, DE LA AMBROSÍA, DE ESA PERLA QUE CORONA MORDER LAS SENSACIONES MÁS ERÓTICAS. HE RECORRIDO TANTAS VECES EL MISMO CAMINO SIN DEJAR DE ADMIRARME POR LA SENSUAL SILUETA QUE DE TI ME ACOMPAÑA. HE CAÍDO TANTAS VECES EN EL MISMO ABISMO, QUE RENAZCO CADA VEZ QUE TE VEO. EL SABOR DE TUS SENOS, LO SUAVE DE LA PIEL QUE LOS ENVUELVE, LA CAÍDA INFINITA ENTRE TUS CARNES, LA ENTRADA IMPRUDENTE DE UN EXTRAÑO, QUE NO DEJA DE COGER TUS IMÁGENES , AHÍ, TAN DENTRO DE MI, QUE SUELO ENCARCELAR CON MIS DEDOS EL VIGOR , LA HOMBRÍA ENTRE COSQUILLEO Y TEMBLORES . EXCITAS MIS SUEÑOS Y LOS ATRAPAS, SACUDES MI MENTE.  BENDITA LA PIEL QUE CUBRE CADA FORMA, CADA GEMIDO, CADA BRILLANTE RINCÓN DE CARNE QUE EXCITADA POR TUS DEDOS, IRRUMPES DESPERTÁNDOME EN LA ANTESALA DE MI ERÓTICO DESVARÍO... MUÉSTRAME EL SECRETO QUE MÁS ESCONDES , AQUEL DEL QUE BEBERÉ CADA GOTA QUE EN MIS LA

Savia

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Y ese minúsculo rincón donde late la vida, ese ínfimo retazo de piel que te arranca del silencio, donde mi lengua goza , donde mis labios besan, donde mi boca bebe y se pierde del tiempo real, para caer vertiginosamente en tu silencio, donde mis oídos escuchan lacerantes gemidos de placer y deseo... Ahí, justamente ahí, donde nacen los oleajes de tu vientre, donde se esconde el más esperado de los deseos, donde te moja mi aliento tibio, donde derramas tu alma para suplicar piedad, cuando mis labios entre tus temblores se rehúsan a despegarse de tu piel que rezume jugos tu alma excitada para recoger en besos la savia de tu alma. Juan de Marco

Al otro lado del espejo.

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Pues aquí estoy, al otro lado de tu espejo.  Tu abriendo la piernas, y con los dedos, mostrando tus pétalos abiertos, vivos y rojos , para que te saque todo lo sabroso que dentro se esconde.. húmeda con el roció de la mañana y abierta para ser libada y exquisitamente preparada con las mejores galas de una flor en primavera. Extasiándote de besos, de caricias impertinentes, queriendo sacar la miel de ti como las abejas.   Cerca el verano y el calor hace que se abran  y a mi beber de donde se guarda el líquido más dulce y cálido, la más exquisita de las ambrosías, el licor de los dioses que embriagan mis labios angustiados por probarte, lamiendo de ese interior aterciopelado, extasiado esperando tus gemidos, tus jadeos y orgasmos, queriendo quitarte la vida con mi boca... la miel con mis dedos. "tomo de él y disfruto de su dulzura.. y que larga vida me dé" Juan De Marco, Yo erecto de deseo, absoluto y pleno...

El último rincón.

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Me reincorpore enterrando mi sexo en ella, la que empujaba suplicando suavidad, pero embestí con fuerza hasta topar el último rincón de su alma, separando con violencia sus piernas bañadas de sudor, y me dejé caer sobre su vientre mordiendo sus labios bañados de saliva seca, arrancando y ahogando con frenesí, cada grito y gemido de su boca. Mi cuerpo batía el suyo sin piedad, hasta reventar dentro de ella liberando mi energía y mis horas de espera, para aprender de sus muslos los mil secretos que escondían, hasta caer sobre sus pechos hinchados de los que aún brotaba leche a goteos intermitentes. Finalmente tranquilizamos nuestros cuerpos entre besos y caricias dormidas de placer. Don Juan De Marco "Donde se abren los muslos de una mujer, guardarás para siempre el recuerdo en tu memoria"