Trazo vertical.
A los que se derrumban en su concavidad incandescente, saciando el hambre de carne cruda.
No es tan sólo un triángulo de pincelada abstracta y negra entre los muslos, no es sólo un espacio mojado contra el fondo de tibia blancura. No es tan fácil seducirlo porque se esconde detrás de besos amorosos, de trazos de literatura. Es la letra sagrada del espíritu que se despliega sabia sobre el tiempo.
Es el arca que contiene la alquimia de la especie; Los esclavos del deseo no lo sospechan cuando lamen la herida más antigua, cuando palpan la húmeda cicatriz de brillo mojado y sedoso o cuando se disuelven dentro de su vasija pronunciando un sortilegio.
... Vamos sonámbulos hacia la oscuridad exquisita de la noche, para observar radiantes cómo crece abierta al roce de nuestros dedos la pretérita flor húmeda y ancestral disolviéndonos hasta el éxtasis sombrío de su alma.
Rodrigo Fúster
Hola Rodolfo que manera más delicada y sutil de describir el deseo de los esclavos que anhelan las delicias de ese monte de venus. Tu pluma engrandece en este texto como una caricia a los sentidos.
ResponderEliminarMe encantó.
Paso a invitarte a la convocatoria juevera de esta semana. Ojalá te animes.
Un abrazo
https://escritoranuriadeespinosa.blogspot.com/2025/03/convocatoria-cada-jueves-un-relato.html
Rodrigo Fuster... ese soy yo y a veces suelo ser criticado por mis excesos... me encanta escribir, gracias Nuria
EliminarUna descripción maravillosa y sutil; sugerente en sus húmedos trazos, en sus matices y en su floreciente palpitar.
ResponderEliminarSiempre exquisitez y maestría, querido amigo.
Un verdadero placer.
Abrazo grande 💙
Amo tus comentarios ginebra.
EliminarUna sensual descripción del deseo.
ResponderEliminarUn saludo.
Con tus letras a ese espacio le das la hermosura que engendra el placer de sentir y el deseo de ser deseada.
ResponderEliminarPinceladas que adornan la sensualidad del erotismo en letras que alegran el alma.
Un abrazo.