Ser sin tiempo.
La ciencia acepta la teoría del Big Bang: ese momento, hace unos 13.800 millones de años en el que una gran explosión lanzó en todas las direcciones toda la materia, poniendo la vida en el medio, puso a andar el tiempo en un universo que continúa siendo.
El tiempo no es movimiento, es una ilusión, pero debemos reconocer que no podemos hablar de tiempo sin cambio. Pues cuando en nuestra alma no cambia nada o no advertimos que cambie algo, tampoco advertimos el pasar del tiempo. El tiempo solo existe para nosotros, en tanto que el alma capte cambio o movimiento. Es tan abstracto como el amor o el deseo, una ilusión que nos lleva a un abismo.
Esa noche, que bien podría ser el día, entro con su cabeza coronada por flores , entre los senos y el cuello, un tatuaje pintado de dragones, me miro a los ojos sin expresar palabra. Una larga cadena mostraba la dirección que debería tomar para llevarla al éxtasis, sin antes olvidar que había un largo camino por recorrer, y el tiempo no significaba nada, pues su ilusión era el orgasmo.
Abrió su capa dejando a la vista el rincón donde el tiempo no existía, donde las horas no pasaban, y donde el deseo, era materia que se convertía en agua.
Al acercarme y tomarla de su cintura, sus labios se volvieron volumen, sus senos se endurecieron convirtiendo el tiempo en una burbuja sin punteros ni reloj. Justo ahí levitamos convirtiendo el universo en un espacio vacío, donde sólo lo podíamos ocupar nosotros dos, llenando cada rincón infinito con la llama del deseo en soledad, donde no existía un final.
El roce de la carne con el alma, extinguió los sonido, el espacio, los problemas, las penas y el enojo, todo éramos nosotros, no había tiempo ni existencia, sólo energía, una nueva teoría del Big Bang que destruía nuevamente la materia, para convertirnos en luz, en fuego, en vacío de una existencia sin existir, en deseo de no ser, siendo un universo sin espacio ni lugar, energía que no se debe explicar.
Un agudo sonido que termino siendo nada, carente de existencia, fue todo lo que sentí; ella era y no era, y yo, dejé de existir sin haber existido.
Rodrigo Fúster.
Qué forma más sutil, delicada y metafórica de describir el momento íntimo y culminante entre dos personas. Felicidades. Un abrazo
ResponderEliminarsólo un momento de paz
EliminarHola, Rodrigo. Un micro muy sensual que has sabido abordar con mucha elegancia. Muy filosófico también en su inicio. Estupendo.
ResponderEliminarLa filosofía nos hace olvidar el reloj, para muchos a pasado mucho tiempo, para mi, una eternidad sin principio ni fin, naces mueres,
EliminarUna romántica y apasionada manera de hablar del tiempo, me gustó, muy buen micro.
ResponderEliminarSaludos.
PATRICIA F.
No hay tiempo en este relato, un espacio , una burbuja de la que disfruto sin pensar
EliminarMuy etéreo y sensorial. La anulación del tiempo exige vivir con intensidad el momento. Gracias. Un saludo.
ResponderEliminarvive con intensidad y el tiempo será mucho poco.
EliminarMuy buena imagen la del inicio del big bang y el cierre del circulo con el orgasmo.
ResponderEliminarNo sabemos lo que pasa con el tiempo despues pero tampoco nos importa mucho. Si llega , cuando llegue, ya veremos
Abrazooo
ES SÓLO UN ORGASMO DETENIDO EN EL TIEMPO
EliminarQué maravilla, querido amigo.
ResponderEliminarY al hilo del tiempo…, haces que éste se detenga cuando caemos inmersos entre tus letras…
Sutileza y deleite en ese espacio/instante que recreas cuando las pieles se incendian.
Belleza y elegancia…
Un verdadero placer tu aporte.
Abrazo grande 💙
LO DETENGO PARA SOBREVIVIR A ÉL.
EliminarHola Rodrigo. El principio y el fin de los tiempos comprimido en lo que dura el acto sexual de dos amantes, tal vez el universo sea eso, el orgasmo de algún ser inabarcable. Un saludo.
ResponderEliminarUN INFINITO CREADO PARA NO PENSAR EN ÉL.
EliminarUna teoría sobre el tiempo muy sensual, erótica y emocional. Me gustó como describiste la atracción el deseo y esa comunión íntima de dos cuerpos que se encuentran, comparten, sacian y consumen, en esa energía cósmica que no se crea ni se destruye. Que solo transforma.
ResponderEliminarAbrazo.
no hay teoría.... ni tiempo... es una necesidad de contar sin contar.
EliminarPuede ser que amar sea un big-bang un inicio de universos
ResponderEliminarES EL INICIO Y EL FIN
EliminarPoético y apasionado relato sobre el deseo y el transcurrir y no transcurrir del tiempo a través de él. Un abrazo!
ResponderEliminarel deseo no es tiempo, el deseo es sin ser.
EliminarRodrigo, un relato bastante ecléctico, en el que mezclas, ciencia, filosofía y poesía, y como un boomerang, una cosa lleva a la otra y esa otra la regresa a su punto de partida.
ResponderEliminarLa realidad está muy lejos de poder palparse, por eso hemos creado este mundo físico regido por el tiempo, para descubrir y resistir esos constantes orgasmos cósmicos del universo. En la vida todo es ilusión y distorsión, somos seres sin cuerpo y sin tiempo. Feliz ilusión de vida.
El fin justifica la causa.
EliminarUn relato muy sugestivo y sensual. Durante el sexo pareciera no haber tiempo, lo has expresado de una forma muy hermosa. Saludos!
ResponderEliminarno hay tiempo durante el sexo, el tiempo empieza después. Acaso había mundo antes de ser energía.?
EliminarMuy buen relato, me encanta el punto de partida donde hablas de la inexistencia del tiempo, que sólo es una percepción nuestra y como se desvanece esa percepción en en un momento íntimo que has narrado muy poéticamente. Estupendo relato. Un abrazo!
ResponderEliminarNi existe, es una ilusión, y no dicho por mi boca
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