Entradas

Lirio Negro

Imagen
Su rostro se suavizó. El odio aún era patente en sus ojos, pero el resto de su cara formó una sonrisa destinada a seducirme. Subió su falda y una de sus piernas sobre el sofá dejándome ver la humedad en su ropa interior. Comenzó a acariciarse el tobillo mientras me miraba. Mi orden había sido muy clara. Tenía que excitarme hasta romper la indiferencia con la que siempre la había mirado, y así lo estaba haciendo, a pesar del odio que sentía por mí en aquellos momentos y que su rostro ya no podía reflejar, porque su prioridad era la seducción y él único camino para que alguna vez existiera algo entre nosotros. Siguió acariciándose el tobillo un instante mientras mis ojos se fijaban en los suyos sin siquiera pestañear, tan fríos como para conseguir llevarla hasta el fondo de sus posibilidades. Después, subió las caricias hacia la pantorrilla. Era firme y bien torneada. Pero la frialdad de mi mirada le ordenaba que debía ir más allá, hasta que al fin alcanzó sus muslos abriendo suavemen

Simplemente Amapola.

Imagen
Entre las sabanas revueltas, noche a noche, construía sueños que humedecían sus muslos, sus dedos descendían mágicamente llevados danzando entre ilusiones creadas a través del inconsciente, siempre se detenían en el mismo lugar y no terminaban de danzar hasta que despuntaba el día y era despertada por el canto de las aves y los tímidos y tibios rayos de sol que se colaban entre las telas de sus delgadas cortinas. El vaho de la ventana reflejaba el calor que emergía de su carne, y los dedos impregnados de delicadas fragancias , acusaban que sus sueños no eran esencialmente amorosos, si no,  sexualmente vivos.  La piel aún estaba tibia y suave, su ropa interior mojada. Las delicadas campanillas de sus senos se mantenían erguidas acariciadas por imágenes, que seguramente , se agolpaban en su mente  antes y durante el sueño. Su corazón parecía agitado, pero tranquilo, sus labios, arrugados... y entre sus pliegues la espuma acusaba todos sus deseos apagados por la danza de sus dedos.

Orgásmica.-

Imagen
El orgasmo femenino, ese instante en que comienza y termina todo, ese instante en que nada importa solo su cuerpo y el del amante, luego te olvidas absolutamente de todo y solo eres aire, eres aroma, eres piel, eternamente piel porque sientes estremecer todo, como si tu vagina estuviera en todo tu cuerpo, tu garganta se seca, cierras los ojos, tu espalda se arquea, tu vientre se mueve frenéticamente, las piernas tiemblan, tus senos se disparan y la boca gime, grita, sientes una descarga eléctrica, tu vagina se contrae y se mueve miles de agujas se clavan en tu piel, tiemblas, gimes y luego respiras profundamente, quedando tendida sobre la cama como una gatita melosa, mas suave que nunca, mas mujer que nunca, hermosa y radiante. " Para ella había sido todo, sus ojos se habían cerrado, su corazón aún estaba agitado.. Los senos volvían a su normalidad... los labios dejaban de ser gruesos mientras sus piernas derramaban las destiladas gotas de miel... ya sólo estaban mis dedos

Sensibilidad.

Imagen
" Para ella había sido todo, sus ojos se habían cerrado, su corazón aún estaba agitado.. Los senos volvían a su normalidad... los labios dejaban de ser gruesos mientras sus piernas derramaban las destiladas gotas de miel... ya sólo estaban mis dedos recorriendo su vientre y bajando hacia la húmeda morada... los gemidos se habían apagado mientras sus nalgas buscaban cobijo acurrucándose a las carnes del amante... era tarde para ella...No quise buscar entre los pliegues, nada más quedaba la cálida carne expuesta a mis deseos....." Don Juan de Marco, sensibilidad...

Pescadores de sueños

Imagen
Y como un pez se fué enredando en mis redes , expuesto su cuerpo desnudo a mi mirada... sobe suavemente el lomo mientras su vientre se recogía como la marea, sus gemidos eran cantos de gaviotas y sus piernas las alas que se abrían. Tomé de su sexo el más salar de los sabores y la fui haciendo mía. Cada beso levantaba una nueva ola mientras sus senos se expandían como algas batidas al juego de las olas... Sus casquillos pesoneros se endurecían envueltos en mis labios. mientras mis dedos dibujaban espumas entre sus piernas. Entré en la profundidad rubí de sus carnes encendidas, para golpearla dentro, como son golpeadas las rocas por el mar, sentí sus quejumbrosas palabras de súplica pidiendo que no me detuviera, hasta que caí en el fondo de su alma levantando sus caderas en cada embestida, y nadé dentro, como cetáceo en medio de las nubes,  floté por instantes hasta que perdí el horizonte de sus laderas, en donde sólo podía ver y sentir la humedad que escapaba de desde sus profun

EL DIALOGO....

Imagen
SUENA EL TELEFONO Y DICE: Hoy desperté con ganas de algo.... "Sentí tus manos deslizándose por mi piel dejando libre mis nalgas a tus caricias y me sujete con firmeza a la pared cuando con tu lengua comenzaste a dilatar mi deseo, mordiendo mis labios comenzaste a entrar y sin previo aviso te enterraste en mi haciéndome gritar contra la pared, en ese momento le di gracias a Dios por estar ahí y seguí disfrutando de cada embestida tuya, de cada beso que ponías en mi espalda cada ves que entrabas y salias de mi, te aprisionaba en mi interior haciéndote temblar y no me soltaste hasta que grite un orgasmo ahogado por meses de soledad, hasta que sentí como te derramabas en mi cayendo sobre mi espalda y besando mi cuello..." AYANAY " Bendita procesión hay en el sendero de tus nalgas, del cual beberé hasta sentir que mi alma se evapora en tí... Y me deslizaré aferrándome a tus caderas, hasta apagar el fuego que por siglos y muchas vidas has guardado ahí...Cada

Dulce y sal.

Imagen
" Pude sentir como te derramabas sobre mis labios, quise recoger cada gota que brotaba en ti... Mi lengua había cruzado el umbral y esperaba con ansias ese momento. La suavidad en tu interior no dejaba de llevarme más adentro, hasta que toque el último rincón que podía alcanzar... El intenso sabor lo llenaba todo...  Y sentí como se iba mi vida entre tus labios, y aún así dejé mi lengua dentro llenándote de lujuria, mientras te dejabas derramar en mi boca... Nada se podía perder... Todo era néctar que había que aprovechar, y saliendo a respirar, te dejaste enterrar en mí suavemente...  Tu cuerpo se expresó libremente... exquisito final nos deparaba esa noche... cuando caíste mojada de sudor sobre mi pecho y nos besamos compartiendo esos sabores que a solas no podríamos alcanzar..." don Juan De Marco...