Juan De Marco, Gustab, Rodrigo Fúster... ?
Ese hombre que vagaba con la mirada perdida orillando el mar, queriendo solucionar la vida... Divagando entre cuerpos desnudos, dejando que sus dedos rozaran el agua agachándose de vez en vez, como silueteando esos cuerpos que se iban disparando a cada caricia. El viento en su cara curtida por los años de di-vagante filosofía. Descifrando miradas y sonrisas que le regalaban al pasar. Arreglando su boina tras cada mirada, acariciando su entrepierna escondiendo la emergente figura tras los cierres de su pantalón, ocultando la humedad que lo invadía.
En tanto, una socarrona sonrisa era disimulada con sus ojos de tristeza. Pensaba en las damas que le acosaban queriendo obtener un buen rato de placer, suspendiendo en el aire el tiempo que lo ocuparían, que mas podrían pedir de él. Les atraía su cabizbaja mirada que seguía y contaba sus pasos. Le imaginaban desnudo paseándose frente a ellas sin pudor ni vergüenza, les gustaba la acariciante mirada de sus ojos sobre la piel incitándolas a desnudarse y entregarse a él sin preguntas... Él no era de nadie y era de todas, pero no querían compartirlo. Les atrapaba en cárceles de deseo y en palabras envolventes que ellas sabían que jamas compartiría no tendrían sentido, eran tan vagas como sus pensamientos.
Él era único, hipnótico, mágico, pero básico en esencia,nunca había aceptado ser civilizado, era salvaje por naturaleza y debían aceptarlo.
Ese hombre, de filosofía barata y aparente de ignorancia, ese que parece negar el amor, o huir de él... Ese que lo encarcela en su cabeza para que ellas lo liberen de su condición de inconsecuente equilibrio , pero libre en esencia.
Ese soy yo... Juan de Marco
Más personal, más íntimo pero en esencia el mismo
ResponderEliminarEres como un vino... Un vino fuerte y con carácter, amaderado y con un sutil toque frutal, que entrega un aire de cosas nuevas. Produces en las mujeres el mismo efecto que un buen vino, en boca un tanto intenso y frutal, en garganta fuerte y algo seco, entre las piernas ese calorcito rico que nos invita a abrir las piernas y disfrutar, dejarnos caer y volar.
ResponderEliminarEres el vino que tanto amamos beber pero que nos transforma en criaturas débiles, a merced de tu sabor, de tu aroma que siempre he creído que es mezcla de tabaco y miel.
Eres como los mejores vinos que son ideales para disfrutarlos frente a una chimenea en un día de lluvia en un cuarto frente al mar. Eres ideal para calmar heridas y calmar el alma pero también lo eres para invocar demonios y revivir infiernos de placer que amamos pero deseamos olvidar.
Eres mi mejor vino.
Mmmmm... Rica
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