"...Mi columna siente como baja el deseo por mis vertebras, con fuerza avasalladora, las pulsaciones son infinitas e interminables, hasta caer en la espina dorsal, la que ordena a mis nalgas apretarse y contener. No aguanto más, mis testículos se ponen duros y se recogen produciendo dolor y placer en mi mente ... gruñe mientras sus ojos me recriminan la espera... la explosión llega al tronco con la fuerza de las mareas, y va rompiéndolo todo adentro. Espeso, caliente y pulsante. Ella relaja sus labios y espera. Emerge por el cráter explotando en su boca, mi cielo se colma de estrellas, "mojándolo todo"... disfruta cada explosión con felicidad. "Las monedas de plata" van quedando prendidas en su cuerpo, mientras él se deja caer...,... lo deja..., pulsa entre sus manos, lo agita lentamente, mientras su cuerpo tiembla de placer, hasta que la almohada lo recibe en la caída. Su vientre se calma... Ella mueve su piel con delicadeza acariciando con sus dedos... El a