Deseaba tocarte, tomarte entre mis brazos, y hacerte mi mujer una vez más. Al entrar en el cuarto todo estaba en silencio. Las fragancias de nuestros cuerpos inundaban el aire, almendras e inciensos, se tomaban el espacio. La brisa marina luchaba por apoderarse de todo, pero el olor de nuestras pasiones finalmente le arrebataba su lugar. Todo estaba a media luz, por la ventana sólo algunos rayos sobrevivientes del atardecer se colaban por las cortinas de gasa. Al acercarme a nuestra cama, pude ver como un rayo de sol, todavía acariciaba tu piel, las sabanas dividían tu cuerpo en dos, por un lado tu espalda desnuda, y por el otro, tus nalgas acariciadas por el sol. Una tremenda sensación se apoderó de mi mente, apoyándome en la cama, besé tu espalda desnuda, mientras mi mano se apoderaba de tus nalgas, quitando las manos del sol. No despertabas de tu somnolencia, y tu cuerpo temblaba al roce de mi mano, mientras mis labios se daban un banquete con el sudor que corría por tu piel. T...
El deseo no tiene límites....solo quiero sentir como goza tu cuerpo...
ResponderEliminar"y lamiendo las delicadas carnes, hice que se separaran para beber de ella su esencia..."
ResponderEliminary ella sin resistirse, para qué?, si en el fondo era lo que deseaba y esperaba...
"y lamiendo las delicadas carnes, hice que se separaran para beber de ella su esencia..."
ResponderEliminarsin que ella se resistiera, para qué?, era lo que deseaba y pedía en el silencio del cuarto...