Agonía.
"Dormía... una de mis manos bajó a sus nalgas, le subí la camisa resbalando por su cintura, acaricie sus senos bajo las suaves telas de
seda, mientras, su cuerpo entumecido se estremecía...
Se fue acomodando a
mis caricias, sabía que le excitaba. Con mis dedos fui dibujando la linea
que las separaba y rodeando sus casquillos , suavemente esculpía sus
formas hasta volver a la lineas de vellos que bajaban por su vientre terminando en su sexo, y los hundí hasta que desaparecieron en la humedad de sus
sus carnes...
Sólo sentí escapar un ligero gemido que ronroneaba
entre sus labios... su vientre se elevaba levantando su cintura como una
ola suave de una tranquila bahía, separé sus piernas para entrar
suavemente en ella empapándome de sus húmedas paredes.
Gimió delirante entre sabanas negras, mientras sus labios se secaban. Sus gemidos se volvieron gritos de agonía, y fue cediendo a los espacios que mi sexo exigía...
Luego la muerte súbita la cubría, y sus ojos se cerraron para presentarse brillantes a los míos,
el sol de la mañana los iluminaba como joyas recién talladas...
Sólo
los besos le acompañaron mientras su vientre volvía a la calma, tempestad que le había sorprendido dormida..."
Don Juan De Marco, entre tempestades....
Don Juan De Marco, entre tempestades....
He venido, como me invitaste y aquí estoy para descubrir el mundo en el que te mueves.
ResponderEliminarMuy sensual esta entrada. Me gusta. Volveré.
Besos de Pecado.
Taanto misterio.... puramente infiel.......
EliminarMe alegra saber que sus letras quedan grabadas... Con su permiso le sigo... poeta!! :)
ResponderEliminarBesinos!!
besiños mi querida Haydeé
Eliminara quién no le gusta que le llenen así de vida?
ResponderEliminarNada más desearlo de todo corazón, y no faltará galán que quiera coronarle...
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