La piedra de Jade
Acaricié sensualmente su cuerpo, apenas rozando su piel,
poco a poco conecté con su erotismo. Baje a sus senos con ligera delicadeza,
circularmente y con distintas presiones, despertando su energía sexual que
florecía entre sus piernas, en su sexo, y lo podía sentir por el movimiento
ondeante de su vientre, sus susurrantes gemidos, y el silbido casi
imperceptible de sus labios. Mis manos bajaron por su vientre , mientras mis
dedos danzantes jugaban con la sensualidad suave de los oleajes de su vientre,
hasta llegar a sus suaves labios vaginales tibios, húmedos y abiertos. Gire
suavemente acariciando en círculos la
sensualidad suave del botón de seda.
En mis manos estaba el Huevo de Jade, de un profundo verde,
tan suavemente pulido, que cualquier gota que lo mojara, bajaría sin apenas
percibirlo.
Coloque la base más ancha del huevo delicadamente sobre su
sexo, y tras ligeras contracciones, fueron cediendo mientras lo hundía,
finalmente se perdió entre sus carnes, a la vez que un ligero gemido escapaba
desde lo más hondo de su alma. sólo lo fui empujando hacia dentro, hasta que su
piel lo volvió a cubrir todo, viéndolo desaparecer ante mis ojos. Ejercía presión, mientras el huevo seguía su camino
por el primer tercio de la vagina, que es donde se cierran los músculos para
llevarlo aún más adentro. Parecía no sentir el huevo, y le pedí que apretara
suavemente sus muslos, halando la pelvis hacia arriba, como si estuviera
reteniendo la lluvia dorada. Visualiza y siente el huevo de jade dentro de ti.
Aprieta y suelta suavemente, relájate, y vuelve a repetir una y otra vez.
Intenta mover el huevo hacia adentro y vuelve a empujar
afuera, lentamente, no lo dejes salir....con sensualidad e intención,
conectándote profundamente con tu esencia de mujer.
Todo era ahora silencio, el mundo desaparecía entre ella y
yo, pendían en el aire fantasías y sentimientos, puros y simples. Anda, trata de mover el huevo de
lado a lado. Primero, moverlo a la derecha, contrayendo todo lo que hay en esa
dirección. Haz un movimiento similar con tus músculos del lado izquierdo para
movilizar el huevo hacia el otro lado. Visualiza y dibuja dentro de ti estos
movimientos, te será más fácil trasladar el huevo de jade en la dirección
deseada. Deja que baile dentro, déjate acariciar por el huevo y disfruta su
forma, su dureza, su suavidad, como si yo estuviera dentro. Descansa cuando te
sientas cansada. Así nace la energía y
es importante la pausa para que tu sexo lo asimile y todo el cuerpo se
beneficie de ello. Simplemente déjalo ahí, dentro de ti, y agradece por la
caricia. Coloque la mano derecha sobre su pecho, a la altura del corazón y mi mano izquierda
sobre su vientre. La dejé respirar suavemente, transmitiendo mucha paz y
tranquilidad a su piel, las caricias se hicieron tan suaves como la piedra de
jade que mantenía dentro. visualicé el
huevo bailando dentro de ella, deseaba estar ahí, como una suave y radiante
energía que le mojaría por dentro, quería nacer como un estero , como un suave
caudal de zumo, pegajosa y espumante, hasta convertirme en un caudal de deseo,
en mareas de angustia, y le pedí que empujara suavemente hasta volver el huevo
de jade a mis dedos. Cuando
broto de dentro, un largo gemido acompaño la
sensualidad extrema de la escena, y viéndola suave y mojada , aproveché para
hundir mi sexo en ella y empuje imaginando el huevo dentro, sentí como su sexo
me envolvía con extrema sensibilidad, y pidiéndome un ritmo apasionado. Dirigió
cada una de mis embestidas hasta alcanzar la presión deseada y liberar el
éxtasis acumulado dentro, para explotar y diluirse entre jadeos, desapareciendo
en silencio frente a mis ojos sorprendidos y extasiados. Mojada por dentro,
deja que la sabia escurra suavemente entre tus labios, disfruta ese instante de
humedad, y percibe su cremosa esencia corriendo suavemente por sus muslos, y
así se entiende la esencia del Jade.
Don Juan y el huevo de jade.
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En mi jardín el deseo no tiene límites.