Orquídea Roja
Al rojo carmesí que envuelve mi
vida, a aquellos senderos donde busco y me pierdo, que tantas veces he
recorrido y profanado..... de donde bebo
día a día, de sus empalagosos manjares, donde aquellos cabellos de ángel me acarician
y humedecen los labios, donde pierden el rumbo, donde pierden cordura,
donde la locura no tiene fondo....
A la vulva estancia húmeda que regurgita a manantiales, al recinto que me atrapa, a la locura insomne de mis placeres y deseos...
donde nacen los gemidos y rompe en olas el
candente vientre, dónde tiembla la pequeña lengua que atrapo entre mis labios, donde se agita el alma y duerme un orgasmo.
A los jadeos infinitos que provoco, a la morada
que habito para mantener mi fuego encendido...
Déjame beber, déjame encontrar el cáliz, déjame descubrir
todos los secretos que he de develar.... déja acercarme al último sendero; el que me
vio nacer y en el que he de morir después de estar en él cautivo.
Don Juan… el jardín que habito.
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En mi jardín el deseo no tiene límites.