La de las trenzas sueltas.
La de las trenzas sueltas se
sentó a mi lado mientras comía, poniendo su mano en mi rodilla, me miro
intensamente con aquellos demoledores ojos castaños, me recline, la bese, ella
paso su mano por mi nuca y hundió su lengua dentro de mi boca laceando la mía.
En su casa, solos sobre el sofá, semi desnudo.
Dejándome llevar, deslice una
mano bajo su camiseta y acaricie suavemente uno de sus senos. Sentí como su
casquillo crecía endureciéndose entre mis dedos, emergía como el botón de una
rosa, suave y delicado, soltando pequeñas gotas transparentes, mi boca se iba
perdiendo en su cuello, gemía de placer mientras le recorría humedeciendo su
piel. Ella bajaba su mano hasta alcanzar
mi sexo con ansioso temblor dejando que sus dedos lo dibujaran sobre las telas
del pantalón. Ardía en deseos de hacer el amor con ella, pero preferí que ella
llevara la voz cantante, que fuera ella la que diera el primer paso y así fue.
Desprendió los botones de su blusa, dejando libre los delicados senos que ya
había acariciado con mis dedos. Se sentó a horcajadas sobre mí,
mientras no dejábamos de besarnos,
aquellos maravillosos senos al aire suspendían gotas en el aire dejándolas
caer entre mis labios. Bajó deslizándose por mis rodillas, hasta quedar de
rodillas sobre el suelo, desabrocho mi pantalón, dejando mi sexo temblando al
aire y tomándolo con su mano, inicio el más peligroso de los juegos, una
masturbación lenta y magistral mientras me miraba fijamente, yo no daba
crédito, tenía que cerrar de vez en cuando los ojos, para contener lo
inevitable, producido por aquel terrible deseo.
Dejo caer su boca envolviendo
la piel, un hilo de saliva lubricaba mi sexo, extendiéndolo con su
mano, me miro una vez más y dejó que su lengua lo dibujara, enmarcado en el más
delicioso de los escenarios, sus labios.
Lentamente inclino su cabeza y lamió enjugando la brillante cabeza ,
dejé escapar un gemido que atrajo su vista perdiéndose en mi memoria. Tomo
su pelo y llevándolo a un lado, bajo de nuevo la cabeza y dejó hundirse mi sexo
entre sus labios. Aún me parecía un sueño, mi rey de
bastos entraba y salía de su boca, de vez en vez , lamia toda la superficie con
su lengua y me miraba con picardía, como pude dejé escapar de mis labios un
susurro avisándole que ya no podía mas,
pero ella ante mi asombro cerro su boca sobre mi glande y bajando por el tronco
dejó que me deshiciera entre sus labios , solo quedo un un rastro de semen en
una de sus mejillas.
Don Juan De Marco…. A la
distancia.
Eres una afrenta ,me provocas, me dejas,me someto,me exploras,me apasiono ,me enfurezco,analizo,me pierdo..que eres ???,un castigo o una revelación ....explícame...solo se que te espero...
ResponderEliminarte recibí como quien recibe una carta esperada,con expectación,con deseo,recordando que algo nos unía de otro tiempo pero como el buen vino espero el momento de entregar su mejor sabor...el de tu cuerpo
ResponderEliminarhttps://ladelastrenzassueltas.blogspot.com/2019/07/a-don-juan.html
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