Entre Jadeos

Nuestros rostros quedaron a la misma altura, su boca buscó la mía hasta encontrarla, a la vez, movía sus caderas aferrándose contra mí. Cogió mi cabeza con fuerza pegando su frente a la mía, sentía su aliento en la cara y sus primeros gemidos, cuando comenzó a salir para volver a caer sobre mí, iniciando así un lento masaje, su cuerpo sobre el mío.
Nuestra conversación se cortaba con jadeos, ella seguía dejando entrar y salir mi sexo lentamente, disfrutando el momento. Nuestras frentes seguían pegadas, su respiración y sus palabras en mi oído me derretían.
El sudor lo mojaba todo, comenzó un juego que aflojaba y presionaba a su antojo. Mi mano recorrió cada milímetro de su rugosa piel, sus senos estaban duros y firmes, lo que facilitaba pequeños mordiscos que hacían que se estremeciese. Un gemido salió de su garganta, aferrándose con sus manos en la silla, se arqueo hacia atrás, haciendo que mi sexo saliera fuera del suyo.... se dejó caer suavemente nuevamente sobre él. 
La atraje hacia mí coloqué mis manos entre sus nalgas y entrelazó sus piernas con las mías , le di varias embestidas, ella me beso jadeando, se frotaba frenética contra mi, aprovechando cada instante, hasta que inevitablemente llegó el orgasmo, que se prolongó hasta que se derrumbó sobre mí, quedando sentada sobre mis piernas mientras oía como su respiración se acompasaba y me decía.
– Mi madre jamás haría lo que yo te hice a tí…


Juan De Marco.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La Cabecilla Roja...

Collage de un orgasmo. (septiembre con Ginebra)

"Mujer vinosa, mujer lujuriosa"... Mujeres. (Convocatoria 10 de Noviembre de Campirela)