Deseaba tocarte, tomarte entre mis brazos, y hacerte mi mujer una vez más. Al entrar en el cuarto todo estaba en silencio. Las fragancias de nuestros cuerpos inundaban el aire, almendras e inciensos, se tomaban el espacio. La brisa marina luchaba por apoderarse de todo, pero el olor de nuestras pasiones finalmente le arrebataba su lugar. Todo estaba a media luz, por la ventana sólo algunos rayos sobrevivientes del atardecer se colaban por las cortinas de gasa. Al acercarme a nuestra cama, pude ver como un rayo de sol, todavía acariciaba tu piel, las sabanas dividían tu cuerpo en dos, por un lado tu espalda desnuda, y por el otro, tus nalgas acariciadas por el sol. Una tremenda sensación se apoderó de mi mente, apoyándome en la cama, besé tu espalda desnuda, mientras mi mano se apoderaba de tus nalgas, quitando las manos del sol. No despertabas de tu somnolencia, y tu cuerpo temblaba al roce de mi mano, mientras mis labios se daban un banquete con el sudor que corría por tu piel. T...
Dulce sensación,
ResponderEliminarapresando el caliz
entre los muros ...
de mis paredes cálidas..
llenas de delicada fragancia
a deseo, a frescor ,a ansia
a celo..
a flor de pasion y de deseo..
dispuesta para ser
fecundada por el lirio
más sabroso y más ardiente..
abro mis petalos ..
para recibir tu esencia...
"..Y recibirás de mis dedos mi agradecimiento, de mis labios mis caricias y de mi sexo mi esencia..."
ResponderEliminarDon Juan De Marco.
y, a pesar de las visitas, la corola recibirá siempre con sus bordes abiertos y aromáticos a los estrangeros que la deseen conocer...
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