Ayanay, la flor salvaje...
Y te escucho gemir al otro lado del teléfono invadiendo de sensaciones mi cuerpo, ardiendo entre gemidos, quemándome entre los dedos... Y son tus palabras las que hoy no necesito por que el caos derriba mi vida... déjame pensar... déjame imaginar como estarás ahora que no escucho tu voz, déjame escapar de tus delirios para recomenzar de nuevo en los mios..."
Don Juan De Marco
Pero me dañas con el rechazo, lo sabes
ResponderEliminarNo tengo toda la vida para esperar tus caricias y la verdad es que esta vez me has dado duro y me dolio.
Espere toda la noche y no consegui dormir hasta el domingo en la noche.
Pero lo sabes, te seguire esperando, lo sabes y eso me da rabia porque lo sabes
lee...
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