Su pasión por cristo lo traía a la vida para convertirlo en carne, beber del sudor de su cuerpo. Los labios de la monja circundaron los pezones del Cristo. La religiosa extasiada por la aparición demostraba su adoración bajando con su boca por el cuerpo que no dejaba de temblar entre sus dedos, hasta colgarse del genero que cubría el sexo sagrado de aquella imagen, que tantas veces había imaginado en sus sueños. El vientre de Cristo entumecido por los labios de la monja se convertía en agua, mientras su sexo erecto se dejaba ver sin pudor en gloria y majestad. La monja temblando entre sus dudas, lo rodeó con sus dedos para sostener el sagrado miembro del que nunca se había hablado, y menos , alguna vez blasfemado. Tirando de la delicada piel que le cubría, lo besó con pasión y deseo, mientras que de los labios del Cristo hecho carne, se escapaban delicados gemidos. Con ternura y amor, casi mágicamente, los dedos de la monja liberaron, clavo a clavo, las manos y pies del Cristo, que ...
El deseo hecho letras que hacen suspirar...ese eres tu...
ResponderEliminarFotos impresionantes casi tanto como el texto!!!
ResponderEliminarMe alegro haber descubierto éste rincón.
Un saludo
Hola soy de talca hermosos escritos dan ganas de leer y leer llebas al mundo de tu poesia me gustaria poder contactar contigo... se puede tambien escribo poesia erotica
ResponderEliminareros.sulu@gmail.com para mi coterranea favorita.
EliminarUn sueño errado cólume al tobogán de tus enigmas.
ResponderEliminarGraves notas del pentagrama errantes en el Néctar de tus manos.
Eres erotismo insaciable, aunque siempre de noche sacias mis ansias para volver a nacer.
Néctares