La pondré como una puñalada y abriré hasta la muerte sus piernas temblorosas, morderé sus senos y pezones. Con los ojos cerrados, en sus caracolas, en un espeso río de semen, la inundaré de gracias y amapolas. Me envolverá con sus rodillas, hasta hundirme en sus labios, en su cerco de agujas y le entraré llorando en sus pasiones, entre vellos mojados, mojados, mojados... La haré rendirse escapándose entre suspiros y gemidos escarlatas, hacia nunca, hacia nada, trepándome en la lenta crápula, agarrándome a sus recuerdos y razones con una sola mano, con un dedo partido agitando su fístula de sal desolada. El deseo que ahora me cautiva seguirá, como un predestinado. Dócil, mártir, sumisa, condenada al cruel suplicio, viva. Consumiré mi pasión bebiendo la b ebida que los dioses usaban para curarse las heridas de las agudas rosas, de mojados pétalos hirvientes; de sus senos, donde nunca un corazón ha latido ... Y quedó rendida su fuerza; sedienta sie...
El deseo hecho letras que hacen suspirar...ese eres tu...
ResponderEliminarFotos impresionantes casi tanto como el texto!!!
ResponderEliminarMe alegro haber descubierto éste rincón.
Un saludo
Hola soy de talca hermosos escritos dan ganas de leer y leer llebas al mundo de tu poesia me gustaria poder contactar contigo... se puede tambien escribo poesia erotica
ResponderEliminareros.sulu@gmail.com para mi coterranea favorita.
EliminarUn sueño errado cólume al tobogán de tus enigmas.
ResponderEliminarGraves notas del pentagrama errantes en el Néctar de tus manos.
Eres erotismo insaciable, aunque siempre de noche sacias mis ansias para volver a nacer.
Néctares